Regina fue campeón ante su gente, derrotó a Unión con un tranquilizador 87-69

Atlético Regina logró cerrar la serie final del Torneo Integración con comodidad y, por eso, fue un merecido campeón. Conducidos por el experimentado Gastón González, y con una dupla de internos que hizo daño en todo momento: Diego Felicevich y Marcos Rodeguiero (elegido el mejor jugador de las finales), el Albo derrotó anoche a Unión 87 a 69 en un estadio que lució para la ocasión. El 2-0 para los dirigidos por G. Esteybar se festejó un montón.
La victoria conseguida el viernes había sido vital, ya que supo robarle la localía a un equipo que llegado entonado y con hambre de hazaña. Ese 64-56 que consiguió el Albo asomaba como definitorio.
Lo de anoche fue de menor a mayor, tal como sucedió en el primer juego, Regina -en silencio- se llevó el primer cuarto 18-14, soportando el goleo de Heit, López y C. Paglialunga.
Las defensas personales de ambos no podían con la efectividad de los perimetrales y de los tiros cortos, y entonces con poseciones largas, intercambiaban doble por doble.
El despegue se originó en el segundo período, cuando Regina convirtió cuatro triples -via González, Lamuedra, Rodeguiero y Corazza-. Se fue al descanso 44 a 35, y esa rachita de puntos tuvo continuidad en los terceros 20 minutos: A Unión le resultó imposible mantener el gol en el aro contrario, Regina se quedó con varios rebotes y con un par de corridas y ataques estacionados que acabaron con la bola adentro del cesto, se alejó en el tablero y y asomaba el clima de fiesta.
Cuando promediaban los 7' la venataja trepo a 16.
En el último tramo Regina se floreó en su estadio, ante su gente y con 20 de ventaja.
En ambos partidos el Albo mostró mejor juego colectivo, fue más ordenado que su rival y contó con jugadores como González, Felicevich, Harina y Rodeguiero que jugaron en un muy buen nivel.
Lo de Unión es para elogiar, los chicos le pusieron el hombro a un torneo que lo tuvo en competencia hasta los últimos minutos, Heit, Paglialunga, López y compañía dejaron todo, pero no les alcanzó ante un adversario de jerarquía.